La soberanía es hoy planetaria, nunca absoluta. El Imperio ya no tiene un «fuera», ya no contempla realidades exteriores a su propio dominio. Por ello la guerra no puede ser más que guerra civil, es decir, lucha intestina, conflicto generalizado. Pero si el Adversario está «dentro», la militarización es la otra cara de la normalización y la guerra sólo puede manifestarse como operación policial. Sin embargo, ¿se ha desvanecido de verdad la antigua inteligencia maquiaveliana capaz de convertir este conflicto en elemento de liberación? Aunque el Imperio es capaz de «construir una política de apartheid global», bloqueando y subordinando cualquier capacidad de expresión o forma de vida, aún es posible «pensar el método en el interior de un imaginario de liberación del Ser». En Spinoza --y en la gran tradición materialista e inmanentista-- podemos descubrir la disposición de volver a plasmar el mundo de modo autónomo, fuera de toda trascendencia. Y el anti-Imperio está representado por la multitud, el conjunto de singularidades «apasionadas» y «deseosas», de la cual se dibujan los escenarios de sus posibles acciones. En estas lecciones, Negri aclara los mecanismos metodológicos que han permitido construir, al mismo tiempo, un discurso democrático sobre la globalización, renovar los presupuestos del análisis materialista de lo político y abrir algunas rendijas sobre las tendencias del futuro.