El presente texto trabaja con la noción de imperialismo cultural, entendido como la imposición encubierta de un modelo sociocultural particular al resto del mundo.
En este sentido, los autores indagan en conceptos tales como raza, underclass y flexibilidad, para develar cómo la conceptualización de los mismo, por parte del modelo norteamericano, se impone en el resto de países como verdades universales. Destacan el importante papel que juegan los organismos internacionales, las editoriales, el periodismo y en especial los intelectuales "progresistas" en la difusión de esos valores que, una vez deshistorizados son tomados como universalismos y propagados en realidades diferentes sin tener en cuenta las particularidades de cada sociedad.