Todo el mundo, ya sean creyentes o ateos, cree saber qué se dice en la Biblia, aunque lo cierto es que prácticamente nadie la ha leído directamente. Lo que suponemos que está escrito en la Biblia lo conocemos porque la Iglesia nos lo ha repetido de una forma determinada durante siglos. En este libro, el autor aprovecha toda su erudición y conocimiento de las escrituras, diversas traducciones de la Biblia y bastante bibliografía de apoyo, para realizar un exhaustivo análisis del Antiguo Testamento y demostrar las barbaridades de los primeros varones santos (Abraham, David), los terribles mandatos divinos y, en general la historia de un pueblo de bárbaros que, para colmo, la Iglesia nos pone como ejemplo. Además, rescata hechos fundamentales que la Iglesia ha intentado velar o suprimir para su propio beneficio.