Este libro examina la estructura de esas porciones del mundo que se convierten en objetivas sólo por acuerdo social: desde el matrimonio al gobierno, pasando por el dinero y la propiedad. Se trata de conceptos que gozan de una existencia objetiva únicamente porque nosotros queremos que así sea y que, en virtud de eso mismo, acaban construyendo el universo de la realidad cultural y social. En otras palabras, todos vivimos en un solo mundo, pero ese mundo contiene tanto los fenómenos descritos por las ciencias naturales, la física y la química, como los conceptos derivados de la psicología, la sociología y la economía. ¿De qué manera, según esto, puede un animal biológico como es el hombre crear una realidad social objetiva? Para dar respuesta a esta cuestión, Searle demuestra que nuestras acciones cotidianas encubren una gran complejidad metafísica y explica el modo en que esta última engendra instituciones sociales únicamente apoyadas en la costumbre y el hábito. Y su objetivo se revela así el desenmascaramiento de esas instituciones y de la simplicidad de su lógica social. Fascinante y profunda, esta obra es tanto una original exposición de la estructura de los fenómenos sociales como una poderosa defensa de la realidad en bruto --siempre independiente de las posteriores modificaciones establecidas por los hombres-- que en el fondo subyace en ellos.