La política exterior de Estados Unidos es también la historia de sus intervenciones militares. Desde la Segunda Guerra Mundial, el ejército de Estados Unidos ha recorrido el mundo imponiendo, en muchos casos por la fuerza, su visión de las relaciones internacionales. El despliegue de su impresionante potencial militar se ha visto tanto en Vietnam como en Yugoslavia, Libia, Afganistán o más recientemente en Irak, con resultados -miles de muertos- y consecuencias -innecesarias tensiones geoestratégicas- no siempre deseadas. Con un profundo sentido crítico y un exhaustivo conocimiento de las razones históricas y económicas, el profesor Howard Zinn, pacifista radical y uno de los pensadores más incisivos de la vida académica norteamericana, recorre los diferentes conflictos bélicos con el fin de escudriñar las razones que han llevado a los gobiernos de Estados Unidos a lanzarse a la guerra como recurso. La mayoría de las personas ven la guerra como algo malo, pero también como un posible medio para alcanzar algo bueno. Y por lo tanto distinguen entre guerras que consideran justas y guerras que consideran injustas. Las religiones de Occidente y de Oriente Próximo -el judaísmo, el cristianismo y el islam- aprueban la violencia y la guerra bajo ciertas circunstancias. La Iglesia católica tiene una doctrina específica sobre la guerra justa e injusta, que llega a un grado importante de detalle. Los filósofos políticos de hoy discuten sobre qué guerras, o qué acciones en las guerras, pueden ser consideradas justas o injustas.