La literatura y los diferentes ámbitos de la reflexión teórica han sido, muchas veces, campos de batalla donde los disidentes del orden sexual han intentado imponer su voz. Didier Eribon se propone restituir aquí algunos momentos de ese gran enfrentamiento a través de las lecturas de Gide y de Jouhandeau, de Foucault y de Dumézil, entre otros. Pero describe también cómo los pensamientos innovadores o heréticos pueden quedarse estancados en los valores dominantes (tal es el caso de Gide) o combinarse con un discurso reaccionario o incluso racista de un mismo autor (tal es el caso de Jouhandeau).
Evidentemente, esos discursos ?heréticos? tienen que enfrentarse a la resistencia encarnizada de los detantadores de la ortodoxia social y de los defensores del orden sexual, que siempre se han remitido a la ?locura? o a la ?perversión? y les han acusado de ?poner en peligro los fundamentos de la civilización?, como se ve de manera casi caricaturesca en el caso de los ideólogos Lacan y Mounier y sus seguidores. En este contexto adquiere mayor relevancia la afirmación de Barthes según la cual ?en lo que escribe, cada uno defiende su sexualidad?.
En este libro se aboga por el pensamiento crítico, la ?herejía?, y se incita a ampliar el espacio de la libertad y de las opciones de vida frente a todos los conformismos, a todas las ideas retrógradas y represivas, que se ocultan bajo la máscara de la Moral, de la Razón o de la Ciencia?