«¿Qué pasaría si te dijera que tu cuerpo está bien? ¿Qué pasaría si te dijera que tienes permiso para comer lo que sea que quieras porque eres oficialmente perfecta?»Del prólogo de Lucrecia Masson:
Tovar se reclama gorda, y se vuelve así un cuerpo posible. Un cuerpo que se disfruta también, que abre posibilidades e imaginarios, donde el placer y el deseo tienen cabida. Nos habla desde su cuerpo grande, excesivo y generoso, comiendo pastelitos de colores y en coquetos bañadores. Se planta de manera firme contra una sociedad que estandariza y controla cuerpos y deseos, que define lo bello y lo sano. Nuestra elegante señora brown desata el deseo, y en ese movimiento lo vuelve colectivo. Nos arroja en la cara que tenemos derecho a estar gordas y que el futuro no es mañana, que ser feliz puede empezar ya, y que es tarea para ahorita.