El presente libro es un esfuerzo colectivo, que busca contribuir a la reflexión y al debate sobre las temáticas de género, agroecología y soberanía alimentaria. Temas que hasta ahora han sido tratados de forma separada, con una escasa integración. Los autores y autoras de los distintos capítulos construyen sus aportaciones desde un enfoque agroecológico, el cual plantea que la producción agraria no es solo un conjunto de técnicas, sino que está atravesada por contextos políticos, económicos, sociales y culturales. Así pues, desde esta perspectiva, los problemas del hambre, la pobreza y la degradación ambiental, se perciben no solo como asuntos técnicos y científicos, sino también como expresiones de relaciones inequitativas entre distintos grupos sociales y entre los géneros.
Los estudios campesinos, históricamente, concebían la familia campesina como la unidad doméstica de producción, sin diferencias y tensiones entre los géneros, por lo que se visibilizó la centralidad del trabajo y del conocimiento de las mujeres en la producción de alimentos y en la preservación y mantenimiento de la agrobiodiversidad. Los estudios feministas llamaron la atención sobre estas cuestiones, desafiando y enriqueciendo muchas de sus suposiciones y conceptos, con impactos importantes sobre la agroecología y la ecología política.
Las aportaciones teóricas y las experiencias relatadas por las diferentes autoras y autores de este libro buscan contribuir al debate sobre la construcción de un nuevo sistema agroalimentario y sobre el rol de la agroecología, en una perspectiva de relaciones no opresivas entre las personas. El reconocimiento de las conexiones teóricas y prácticas entre esas cuestiones, más que urgente, es condición para el avance de las luchas sociales por transformaciones radicales del mundo en que vivimos.
¿Estamos lidiando con conceptos adecuados? ¿O tenemos resistencia en visibilizar a las mujeres y a las cuestiones de género en dichos escenarios?