La obligación principal de un preso es abandonar cuanto antes la cárcel. Si no lo consigue por las buenas, la única alternativa posible es la huida. Entre los reclusos que peor panorama tienen están los FIES, los malditos de los presidios españoles. Lejos de desanimarse, estos han tomado conciencia del submundo carcelario. Las largas horas de aislamiento les han permitido reflexionar sobre las injusticias de un sistema que siempre se ceba con los más débiles. Algunos incluso se dedican a pintar y escribir. En estos crudos relatos, Juan José Garfia nos ofrece una nueva visión de la utopía y un manual de primera mano para conocer las cárceles por dentro. Y para evadirse de ellas. La película Días de luz se hizo sobre la vida de Juanjo Garfia. «Estábamos catalogados como gente muy peligrosa y habíamos cometido delitos de uno y otro tipo, pero la principal afinidad consistía en que todos éramos fuguistas. Entonces, ¿por qué no contar cada uno su fuga más espectacular?»