Hoy tenemos más policías y más personas presas que hace cincuenta años, y un Código penal más duro que el vigente cuando Franco murió. No obstante, la delincuencia lleva décadas sin aumentar. Además, España tiene uno de los niveles de delincuencia más bajos de Europa y es, sin embargo, de los países con más efectivos en las fuerzas del orden y más personas en la cárcel. También es de los países europeos con más precariedad laboral y con menor protección social. En este libro se trata de comprender el desarrollo de la penalidad en la democracia española. Para ello se explora la propuesta de Loïc Wacquant, quien propone comprender la expansión del sistema penal como una característica del neoliberalismo. Esta expansión se analiza en relación con las transformaciones del mercado laboral, de la política social y el auge del individualismo. El objetivo final del libro es doble: defender un estudio sociológico del castigo estatal y contribuir a una mejor comprensión de la implantación de las políticas neoliberales en España.