En este libro hemos hecho un esfuerzo por ir a contracorriente del silencio masculino. Y, aunque no fue fácil, fue muy liberador. Lo hicimos a través de la escritura acompañada en un taller/seminario/espacio de reflexión virtual. En este espacio decidimos compartir nuestros sentires y pensares sobre la violencia entre hombres, la violencia hacia las mujeres, de la violencia que hemos ejercido hacia otres y de aquella ejercida hacia nosotros; hablamos de las diferencias familiares por nuestras orientaciones sexuales o por no encajar (o no querer hacerlo) en los cánones macho-alfistas; hablamos de la dificultad de expresar nuestros sentimientos con nuestros pares. Lo hicimos desde diversas formas narrativas y hablando en primera persona, sin tapujos y sin medias tintas.