Un fin de semana de verano, en una casa en el campo, tres amigos se reúnen en el primer aniversario de la muerte de Tony. Son su hermano, John, su cuñada, Marian, y su antiguo compañero, Lyle.
El apacible reencuentro se ve perturbado por la presencia de un extraño, el joven pintor que ahora sale con Lyle. Lo quieran o no, los rituales del verano —un baño en el río, una cena al fresco con invitados o un paseo nocturno— estarán marcados por la figura del amigo ausente y cada uno de los tres deberá buscar su manera de encajar la pérdida.
Peter Cameron combina como pocos autores la sátira social con la intimidad y la ternura, y lleva al lector a reflexionar sobre la propia experiencia, la dificultad de conocer verdaderamente a alguien o lo ambiguo de las relaciones sociales. Publicada originalmente en 1994, Un fin de semana sigue siendo, sin duda, una de las mejores novelas de su autor.
«"Un fin de semana" plantea lo difícil que resulta aceptar que el cónyuge de un amigo tuyo que ha fallecido vuelva a tener otra pareja. (…) Y ciertamente Cameron lo estudia con detalle y acierto.» Núria Escur (La Vanguardia)
«Peter Cameron es un excelente constructor de historias. No solo es que estas discurran con fluidez, sino que dejan en el ánimo, sin sentirlo, rastros de melancolía y un mundo simbólico construido desde la normalidad y no desde la retórica.» César Prieto (Efe Eme)
«Peter Cameron es muchos escritores en uno, porque destila lo mejor de los grandes maestros y los transforma, con elegancia, en algo propio.» Rodrigo Fresán (ABC Cultural)
«Cameron demuestra en "Un fin de semana" su habilidad para desplegar, a partir de historias más o menos mínimas, los conflictos que se suscitan por equívocos y ambigüedades no resueltos. Al final, como en sus obras anteriores, "Un fin de semana" es una suerte de prospección en las dificultades de la expresión amorosa, los lastres de la incomunicación y las confusiones que alimentan las relaciones sociales.» Iñigo Urrutia (El Diario Vasco)
«Peter Cameron vuelve a hablar en este libro de esas grietas que se abren en la vida cotidiana. Grietas por las que se cuela el dolor de forma sutil aunque insistente. Y lo hace, como en otras ocasiones, de una manera magistral.» Sagrario Fdez.-Prieto (La Razón)
«El escenario da pie a diálogos brillantes y a un ambiente tensión que se advierte en cada página. Los pequeños roces son el bisturí que abre viejas heridas y miedos y que dejan las expectativas frente al espejo de la realidad.» Leire Escalada (Navarra.com)
«Peter Cameron teje una telaraña perfecta en la que atrapa al lector con naturalidad desde las primeras páginas. "Un fin de semana" se lee con rapidez y entusiasmo, contando mucho más de lo que aparenta.» Victoriano S. Álamo (Canarias 7)
«¿Quién no ha pasado por estos reajustes a los que nos obliga la muerte ajena? Y, por lo tanto, ¿quién va a salir ileso de la lectura de “Un fin de semana” de Peter Cameron? Nadie. Absolutamente nadie.» Fantastic Plastic Mag
«Peter Cameron nos ofrece en "Un fin de semana" una de esas historias cotidianas, aparentemente sencillas, pero de una gran carga emocional (…) El escritor norte americano versa también sobre los convencionalismos sociales, como el tiempo que uno debe guardar dolor por un ser querido cuando ya no está. ¿Cuándo es el momento ideal para recomponerse? ¿Recomponerse supone una traición para el que ya no está o para sus familiares? ¿Qué derecho tiene el mundo para juzgarnos en este sentido?» Eric Gras (Mediterrani)
«Una novela tan emocionante que, al terminarla, estamos convencidos de que algo importante acaba de suceder; nos deja conmovidos y despojados.» Francine Prose (The Yale Review)
«Repleta de observaciones que suenan como campanillas y parpadean como luciérnagas, evanescente pero imborrable.» The New Yorker
«Fascinante y adictiva (…). Cerramos la novela conociendo mejor la complejidad de cada personaje, pero también más conocedores de la intrincada trama que subyace tras todas las convenciones sociales.» Michael Dorris (Los Angeles Times)
«Ecos de Virginia Woolf, E. M. Forster, D. H. Lawrence, y F. Scott Fitzgerald, cuyas brillantes narrativas críticas con la cultura materialista se abren, una y otra vez, a lo metafísico. La tierna elegía de Cameron tiene tanto de canción de amor como de lamento, tanto de plegaria como de réquiem.» Joyce Reiser Kornblatt (The New York Times Book Review)