Si la práctica profesional de la antropología ha sido una constante en la disciplina, particularmente a partir de la década de los treinta, la inclusión en décadas posteriores de aproximaciones más participativas y de la mediación se han convertido en aspectos transversales en los distintos debates que desde entonces se han ido desarrollando. Hasta el punto de que estos, como se muestra en algunos de los capítulos de este libro, han adquirido una especial relevancia en propuestas más recientes en las que se destaca el compromiso, como conocimiento público, ya sea en la academia, en las investigaciones, la mediación y el activismo social.
Este libro pretende ofrecer una aproximación actualizada a los debates sobre la aplicación de la antropología, su relación con la teoría y algunas experiencias de profesionalización en distintos campos «más allá de la academia». Su origen se sitúa en una inquietud académica que atraviesa la discusión sobre la profesionalización de nuestra disciplina. Nos referimos a la tensión entre, por un lado, su práctica profesional y la orientación básicamente teórica que predomina en la academia, y por otro su presencia pública y el papel político que debería desempeñar en la sociedad actual. Esta tensión genera reticencias relacionadas con la propia historia de desarrollo de la disciplina, con las culturas académicas particulares y se sitúa en la era del llamado «capitalismo académico», un contexto de progresiva mercenarización del conocimiento social y deriva neoliberal de la universidad pública a nivel global.