El romance, el acróstico, el soneto o el haiku son algunas de las fórmulas que encontraremos en este poemario dedicado a nuestras abuelas. Palabras sutiles, delicadamente escogidas para homenajear su mundo y su día a día.
«Su sonrisa tiene alas
y el aroma del café.
Su mirada es como el viento
y sus caricias también».