“A través de la ficción, Alicia Kozameh explora estrategias que posibilitan tanto la memoria como la supervivencia”. Edurne Portela
Sara aterriza en Los Ángeles cargada con unos pocos libros y marcada por la experiencia carcelaria y la oscura realidad de vivir vigilada en plena dictadura militar argentina. Vencer el silencio que quieren imponer los perpetradores a través de la narración de su exilio es la manera de reconstruir su identidad y de proyectarse en un futuro.
259 saltos, uno inmortal es ese logro: un número de acrobacias fragmentadas —a veces surrealistas e irónicas, a veces corpóreas y combativas, siempre enérgicas y llenas de vitalidad—, entre las que protagonista y autora se impulsan y maniobran para apropiarse de la historia que comparten con otras muchas expresas políticas.
Con esta novela Alicia Kozameh reivindica la palabra escrita como la distancia necesaria para poder decir “lo indecible” y, así, combatir el olvido.