«La verdad, no reconocida completamente siquiera por los más dispuestos a ayudar a la mujer, es que ella, como toda la clase trabajadora, está en una situación de opresión; que su posición, como la de ellos, es de una despiadada degradación. Las mujeres son las criaturas de una tiranía organizada de hombres, así como los trabajadores son las criaturas de una organizada tiranía de vagos. E incluso donde todo esto es comprendido, no hemos de cansarnos nunca de insistir en la falta de entendimiento acerca de que, para la mujer, así como para la clase trabajadora, ninguna solución de las dificultades y problemas que viven es realmente posible bajo las condiciones actuales de la sociedad.»