Los ensayos que componen este volumen, son textos que se encontraban dispersos, perdidos, casi inaccesibles. En ese período, un pensamiento crítico y decolonial por largo tiempo intuitivo, podríamos decir avant la lettre, fue fermentándose en el tratamiento de los distintos campos presentes en este volumen: el patriarcado como violencia originaria, el fracaso del punitivismo como meta de la Justicia, lo que los museos no entienden -sobre el eurocentrismo y su carácter intrínsecamente racista-, la llaga abierta de Palestina, la antropología frente a la religión y la ética y, al final de la antología, los textos sobre el autor que definió la perspectiva crítica de la colonialidad del poder y su forma de pensar el mundo a partir de América Latina, Aníbal Quijano. Las desobediencias en que estos textos incurren son de diversos órdenes. Lo que estas tienen en común, no obstante, es el hecho de abordar las distintas cuestiones siempre por su faceta dejada a la sombra, invisible, en sus tratamientos habituales. La lectura se hace por la puerta trasera, por el lado oscuro de cada tema. En una oportunidad me encon