«La percepción de haber vivido una vida plena depende
tanto de lo vivido como de la habilidad de rememorarlo
».
En 1959, y tras perder sus tierras y posesiones durante
la Revolución cubana, la familia de los Belmonte se
instala en Tuxpan, Veracruz. Atrás quedarán toda una
vida y un extraño proyecto arquitectónico concebido
por Alejo Belmonte: la casa de la memoria. Un proyecto
que irá fraguándose de generación en generación, casi
como una obsesión, sustentado en la creencia sencilla y
antigua de que nuestros recuerdos queden preservados
en un espacio arquitectónico.
Es esta una novela de asombrosa transparencia y de arquitecturas
reales e imaginarias pero de contundente eficacia
literaria; su original estructura dialoga con los juegos formales
de Italo Calvino. Juan Rivera Arroyo ya es, con esta
tercera novela, uno de los escritores jóvenes más singulares:
un arquitecto de la forma o, mejor aún, de la palabra.
Aquí, las ventanas iluminan, los espacios fluyen, los rincones
recuerdan, los muros oprimen... y narran. Este libro
es la otra cara de la moneda de la literatura mexicana de
hoy.