Son varias las historias que se entrelazan en este libro, buscando decirnos algo sobre la nieve, el desierto y el clima tropical. En todas ellas, hay un denominador común que las une, y es la voz del abuelo Sidati que cuenta a su nieta Marta, bajo la luz de una vela, las historias de muchas personas que salieron huyendo de su tierra y luego volvieron a reencontrarse. En cada página florecen los recuerdos de la tierra perdida, la búsqueda permanente de un nuevo hogar, en el que la esperanza supere a la nostalgia y el hombre pueda volver sobre sus pasos. Un nuevo recorrido nace en este libro para mostrarnos que, con palabras, podemos imaginarnos una dura despedida, una pareja de nómadas que buscan amor bajo las estrellas del Sáhara, dos niños separados por la guerra, dos jóvenes que miran el malecón de la Habana y comparten sus experiencias. Hay lágrimas, sonrisas, nacimientos, ardientes hogueras, y recuerdos lejanos que nos devuelven las distintas estaciones de la vida. Estos relatos nacen en distintos lugares, haciendo un recorrido desde la diversidad cultural. Rompiendo fronteras y buscando la pro