"El verdadero peligro que puede correr un libro no radica en que no logre decir la última palabra. El verdadero peligro radica en que su autor sea considerado como portador de un saber y heredero de una tradición", contesta Iván de la Casa cuando se le pregunta, con pretexto de su última publicación, por la situación actual de la literatura. "No tratar de encontrar un saber universal, un conocimiento oculto que, siendo válido para todos, espera a que alguien lo encuentre y lo muestre al mundo; intentar que la escritura dé toda su potencia. En este sentido, no importa quién sea el autor de este libro: lo relevante es lo que el libro ofrezca a un eventual lector."