En Oaxaca, en la región zapoteca del Istmo de Tehuantepec, el binarismo de género se pone bizco frente a las muxe’, personas que nacen con genitales masculinos, pero que renuncian a su potencial poder simbólico para abrazar lo femenino. Elvis Guerra propone en Ramonera una crítica no solo a la exclusión o la violencia ejercida sobre los cuerpos que se reconocen en identidades periféricas sino también a la mitificación de la que han sido objeto las muxe’. Se trata de una revisión radical de la épica que versa sobre una minoría marginada, con objeto de reivindicar su cultura zapoteca y unas prácticas absolutamente acordes con la reciente sociedad contemporánea. Porque cuando la significación política de un cuerpo se convierte en lucha de clase o en disidencia, la hegemonía, orientada al mantenimiento de su estructura de poder, enseña su músculo para validar el mismo relato de siempre, dejar unas vidas fuera, echarlas y, a la vez, acogerlas bajo unos mecanismos de control, como unos parásitos, como un virus. Por eso necesitamos que la poesía sea un acto de resistencia política. Por eso necesitamos escuchar la voz de Elvis Guerra.