Este es un libro acerca de una de las formas más terribles de la belleza. Federico Mayor Zaragoza escribe en este poemario acerca del instante en que el hombre decide asumir las violentas consecuencias de ser un animal político: la guerra, las anónimas proezas de los inmigrantes, la pobreza, la justicia… El hombre observa y decide “tener la valentía de no mirar hacia otro lado”, mira en sus propias entrañas y enfrenta la incertidumbre de un mundo en que las soluciones producen nuevas tragedias.
En su compromiso, Federico Mayor Zaragoza ha recorrido muchas ciudades, muchos escenarios de lo terrible de la barbarie, de lo hermoso de la supervivencia, y estos poemas en ocasiones son una bitácora del recorrido interior que supone asomarse a tales abismos; pero sus líneas también son el cuaderno de bocetos en el que se perfilan las herramientas de voluntad y emoción para los puentes y los caminos del futuro.
A pesar de que uno de los temas principales son la guerra y sus víctimas, el espíritu que anima estos versos es una fe esperanzadora en la capacidad de la razón humana de proveer un futuro mejor:
saber
que se puede avanzar,
que nada es imposible
para la mente humana,
que su fuerza creadora
es invencible...
El lector no puede pasar indiferente ante la poesía de Federico Mayor Zaragoza, necesariamente queda sometido a una secuencia de emociones y de preguntas inquietantes. Se trata de un gesto que sobrepasa las energías de cualquier hombre, pero que es profundamente humano; después del enceguecedor espectáculo de la miseria, el autor mira dentro de sí, dentro de la persona que todos podemos ser, y decide que aún hay suficiente inteligencia, creatividad y compasión para el optimismo.