Ha transcurrido ya el tiempo suficiente como para que el conflicto de Kosovo pueda ser analizado con rigor y desapasionamiento. Y al hacerlo, nos encontramos con un escenario en el que la manipulación, la mentira y la desinformación han campado a sus anchas.
En efecto, la decisión de la OTAN de retirar a los observadores internacionales e iniciar los bombardeos sobre Kosovo y Serbia se revela aquí innecesaria y arbitraria, y el supuesto genocidio sobre el que se basó la ?comunidad internacional? para emprender aquella guerra ha resultado ser inexistente.
Ello no exime, por supuesto, a Milosevic y su gobierno de su responsabilidad en relación a los crímenes de guerra llevados a cabo por las fuerzas serbias, responsabilidad que comparte con la OTAN y el Ejército de Liberación de Kosovo, algunas de cuyas acciones han de ser también calificadas como crímenes de guerra.
En este libro se trata de todo ello, de la muerte absurda de inocentes, de la destrucción de la infraestructura económica yugoslava, de las graves consecuencias de la contaminación ambiental, de la suerte de los desplazados, del armamento utilizado, de la vulneración del derecho internacional... Pero sobre todo se trata de la mentira, de cómo las potencias occidentales mintieron y de cómo los medios de comunicación admitieron dócilmente esas mentiras.