?Dios sabe que llevo ya bastante tiempo viviendo en París como para asombrarme de algo. Aquí no hace falta ir buscando aventuras a propósito, como en Nueva York. . . basta con tener un poco de paciencia y esperar, la vida te sale al encuentro en los lugares más recónditos e increíbles, aquí te pasan cosas.?Así empieza este texto inédito de Henry Miller, de cuya existencia nadie tenía conocimiento hasta que inesperadamente, el 10 de marzo de 1983, un antiguo librero de Hollywood, Milton Luboviski, se personó en la Embajada de los estados Unidos en París con el fin de declarar bajo juramento en qué circunstancias él mimo había encargado a Henry Miller la redacción de lo que, más tarde, sería Opus pistorum.En 1914, Luboviski, además de otros libros curiosos y especiales, empezó a vender en su librería narrativa erótica, a la que se mostraron muy aficionados grandes directores de cine como Joseph Mankiewicz y Billy Wilder, entre otros. No debían irle de maravilla las cosas a Miller cuando aceptó escribir para su amigo Luboviski, por un dólar la página, las peripecias de la muy cachonda vida parisina de un probable doble suyo, quien, con adolescentes intensidad y constancia, persigue obstinadamente a la mujer y la cópula perfectas. Miller iba entregando páginas y más páginas a Luboviski, quien se la pagaba, según lo convenido, al contado. Cuando Miller le llevó las últimas a mediados de 1942, le dijo : ?Aquí tienes el final del libro. Espero que te dé para varios meses de alquiler?. Por lo visto, le dio para bastante más tiempo? El caso es que, desde que se dio a conocer, Opus pistorum ha hecho correr ya mucha tinta en la prensa mundial. Su publicación, tanto en los Estados Unidos como en Europa, fue precedida de toda suerte de especulaciones y escándalos. Ahora, finalmente, también los fans hispanoparlantes de Henry Miller podrán ?descubrir? a su admirado autor en el audaz y pintoresco lenguaje de este libro, en cierto modo revelador de las fantasías eróticas primarias de un escritor considerado hoy como uno de los autores de nuestro siglo más destacados precisamente en este género, el erótico.