"Misericordia", escrita y publicada en 1897, es una de las mejores obras de Galdós. Testimonio de su desilusión ideológica ante el fracaso de los objetivos regeneracionistas que él soñaba en la clase media, tiene en el pueblo su máximo protagonista. Galdós es el pintor literario del Madrid decimonónico que recrea a lo largo de toda la novela: sus calles, sus barrios más populares, los cafés y las tabernas, los figones y casas de dormir, los cajones comerciales de algunas plazas, los oratorios e iglesias, los cementerios... Y junto a ello una magnífica colección de personajes que se mueven de lo real a lo imaginativo, de lo tangible a lo simbólico en una cuidada mezcla que se extiende a través de toda la obra.