Con Recuerda culmina una saga única en la literatura reciente, la trilogía Palmagallarda. El relato detallado, objetivo y perfecto de la decadencia de una clase social, la nobleza terrateniente andaluza, a lo largo del convulso siglo XX, donde la aristocracia se encuentra en el centro mismo de los acontecimientos públicos, aunque en su afán por la privacidad se nos hubiese ocultado el relevante papel jugado en varios momentos clave de la historia, incluida la Guerra Civil. En un ritmo a veces moroso a veces trepidante asistimos al retrato completo de la vida desde un punto de vista que nunca nos había sido posible conocer, por el hermetismo propio de la clase. Para encontrar una genealogía hay que remontarse a la serie que Valle-Inclán dedica al Marqués de Bradomín, en el ciclo carlista o en Luces de Bohemia. Esto es lo que hace de esta obra un objeto singular. Solo Tolstói y Lampedusa supieron contar, a nuestro parecer, desde dentro y con conocimiento de causa, cómo era la vida cotidiana en el seno de una gran familia, en nuestro caso el marquesado Monsalves de Tous y el condado de Palmagallarda, en su feudo «Recuerda» y en la capital, Sevilla. Titulado este último volumen como la obra homónima de Hitchcock, en Recuerda asistimos al minucioso análisis del entramado social complejo y vivo que rodea a unos personajes memorables –porque están destinado a perdurar en la memoria–: La marquesa de Monsalves de Tous, Rosalía; Jerónimo, Cala, el doctor Valverde, Gordon… Ignacio Romero de Solís llevaba gestando esta obra casi cincuenta años, los que van de una conversación con Orson Welles, que le comentó su fascinación por la singularidad de la nobleza andaluza, a la publicación del primer título del ciclo: Rosas, calas y magnolias. En la trilogía encontramos desde la vida cotidiana a los grandes frisos históricos, desde los usos sociales a las intimidades de alcoba, desde la descripción detenida de arriates y jardines al retrato incisivo de numerosos personajes históricos. Una obra monumental, sorprendente, necesaria. Y todo escrito desde el conocimiento y la evocación, pero sin nostalgia, desde un rabioso presente. A.M.F.
Ignacio Romero de Solís (Sevilla, 1937). Periodista, escritor, traductor y crítico gastronómico. Desde joven tomó posiciones contrarias al régimen franquista, circunstancia que en 1961 le acarreó la detención y la apertura de un Consejo de Guerra, acusado de atentar contra la seguridad del Estado. A resultas de aquello pasó un año en la cárcel de Carabanchel. En 1963 se exilió en París, donde estudió Economía en La Sorbona. En 1966 volvió a España para trabajar como redactor-jefe en España Económica. Tras el cierre gubernamental de dicha publicación, en 1973, formó parte del grupo fundacional de Cambio 16. Durante estos años tradujo a los filósofos estructuralistas franceses, y ya desde el periodismo trabajó por una «transición» democrática de España. Entre 1974 y 1976 fundó y dirigió La Ilustración Regional, revista encaminada a crear un estado de opinión favorable a la democratización del país y a la descentralización del Estado. En 1980 fue nombrado director de RTVE en Andalucía y diez años más tarde de Antena-3 TV en Sevilla. Durante la década de los ochenta mantuvo una columna en el diario ABC y otros diarios nacionales. Como crítico gastronómico firma como «Ventura Comino» en ABC, así como en revistas especializadas.