«La voz de Jesús Ferrero se distingue por su pureza, la fuerza de su imaginación, la suavidad de sus tonos y su riqueza. En la madurez de su vida y su talento, este autor de una considerable obra novelesca tan sutil como refinada, desencadena en Las trece rosas las ráfagas de la historia, la verdad y la emoción. Hay que agradecérselo. Yo se lo agradezco de todo corazón».
JORGE SEMPRÚN
Agosto de 1939, tiempos de la primera posguerra. Trece mujeres, casi todas menores de edad, son detenidas, juzgadas y ajusticiadas. Tras su muerte, empezaron a ser llamadas «Las trece rosas».
Así comienza la leyenda que da cuerpo a esta novela, en la que Jesús Ferrero vuelve a sumergirse en las fuentes de las que surgen los mitos, para dar vida a trece conciencias que parecían normales, y que en muchos aspectos lo eran, pero que encarnaron una terrible paradoja: a la vez que dejaron un rastro imborrable, fueron prácticamente borradas de la historia.
Huyendo del drama político y el reportaje, Ferrero configura Las trece rosas como una novela coral en la que participan por igual la memoria y la imaginación.