El joven Berkeley, primogénito
del muy noble y orgulloso
conde de Rossmore, viaja a
Estados Unidos con la
pretención de devolver su
título y riquezas a quien
considera el legítimo heredero
de su fortuna familiar, el
coronel Mulberry Sellers, un
buscavidas estrafalario que
ejerce de vidente, asesor
financiero e inventor de cosas
inútiles