Título descatalogado.
Los sinsabores del verdadero policía es una novela que Bolaño comenzó a escribir en los años ochenta y continuó redactando hasta su muerte. Sus historias y personajes transitan por Estrella distante, Llamadas telefónicas, Los detectives salvajes, y 2666, cuyo centro oculto quizás podría estar constituido, para un lector avezado, por esta novela. Un Bolaño que ya ha encontrado su estilo, trazado su territorio literario y desarrollado la mitología única que imbrica toda su obra.
Amalfitano, exiliado chileno, profesor universitario, viudo con una hija adolescente, nos descubre, a través de la narración el desencanto político, su amor a la poesía, que como en una paradoja del destino le obliga a abandonar Barcelona tras un escándalo, ahondando en su desarraigada vida. Las gestiones de una amiga le permiten acogerse de nuevo a la universidad, pero esta vez en la lejana Santa Teresa, donde habitan oscuras historias de mujeres asesinadas, y también Pancho Monje, hijo de la dinastía de las Expósito, u otro joven, Castillo, falsificador de las pinturas de Larry Rivers para venderlas a ricos tejanos. En Santa Teresa Amalfitano entablará una enardecida relación epistolar con su amigo Padilla, y también se encontrará con un mago, Arcimboldi, que es asimismo un escritor francés y cuya obra narrativa minuciosamente descrita en uno de los capítulos despliega la complejidad de otra asombrosa literatura.
Una novela apasionante y caleidoscópica, de voluntad inconclusa como toda su narrativa, lírica e intensa, pero también cómica, desmesurada y mordaz, donde ya está el gran Bolaño de la madurez y aún muy cercano el joven Bolaño poeta.
«El policía es el lector, que busca en vano ordenar esta novela endemoniada» (Roberto Bolaño).
«Casi todos los escritores creen ser, o quieren ser, como Roberto Bolaño: innovadores y audaces en el estilo, seductores en la narración, y capaces de ser leídos y releídos; en otras palabras, excepcionales» (Scott Bryan Wilson, The Quarterly Conversation).