Sabor a mícierra la legendaria Trilogía sucia de La Habana, después de Anclado en tierra de nadie y de Nada que hacer. Una obra traducida a muchos idiomas, con éxito indefectiblemente instantáneo. No en vano Pedro Juan Gutiérrez es una gratísima excepción no sólo en las letras cubanas, sino en el conjunto de la literatura latinoamericana. También se ha afirmado que es uno de los pocos espíritus libres que quedan en las letras hispanas y que a golpe de ron, música y sexo, no deja títere con cabeza.