La transición de la universidad de élite a la universidad de masas generó una fuerte desazón en el mundo estudiantil que eclosonaría con fuerza en 1968. Ahora, la transición de la universidad de masas a la universidad-empresa abre un nuevo ciclo transnacional de conflictividad estudiantil, abriendo unas oportunidades políticas inéditas.
Desde hace tiempo, la tarea principal de la universidad no consiste ya en producir hombres ?cultos? y de buen criterio sino más bien en producir asalariados intelectualmente cualificados para la producción y circulación de mercancías. Pero la fragmentación del trabajo intelectual va acompañada inevitablemente de la superespecialización y de la ?idiotez experta?. Mientras más se fragmentan las capacidades y el trabajo intelectual, más se funde la educación universitaria enajenante con el trabajo intelectual enajenado subsumido en el Capital.
Por eso, aunque han transcurrido ya algo más de cuarenta años desde la publicación de este documento excepcional del movimiento estudiantil de Estrasburgo, y aunque las condiciones objetivas de la universidad y del movimiento obrero han seguido empeorando, De la miseria en el medio estudiantil sigue mostrando en muchos aspectos una sorprendente vigencia y sus reflexiones resultan de suma utilidad para los estudiantes de hoy.