En 2002, a los diecinueve años, Azad, un joven kurdo-iraní, fue reclutado por el ejército de Irán y obligado a luchar contra su propio pueblo. Al negarse a ir a la guerra contra sus compatriotas kurdos, Azad desertó y se fue de contrabando al Reino Unido, donde se le concedió asilo, se hizo ciudadano y aprendió inglés. Pero más de una década después, tras regresar a Oriente Medio como trabajador social a raíz de la guerra civil siria, Azad se encontró con que tendría que volver a coger un arma. En septiembre de 2014, tras veinticuatro días de entrenamiento intensivo como francotirador, Azad se convirtió en uno de los diecisiete tiradores voluntarios desplegados por el ejército kurdo cuando el ISIS asedió la ciudad de Kobani en Rojava, la nueva región autónoma de los kurdos.
En ‘Tiro a distancia’, Azad cuenta la historia interna de cómo las fuerzas kurdas lucharon durante nueve meses en sangrientas batallas callejeras contra el Estado Islámico. Superados ampliamente en número, los kurdos tuvieron que matar a los yihadistas uno a uno, y Azad lleva a los lectores a un desgarrador viaje tras las líneas del frente rebelde para revelar el papel esencial de la unidad de francotiradores en la lucha, y finalmente en la derrota, del ISIS.
Entrelazando los brutales acontecimientos de la guerra con la reflexión personal y política, Azad medita sobre el incalculable precio de la victoria: los efectos permanentes de la guerra en el cuerpo y la mente; la devastadora muerte de dos de sus compañeros más cercanos; la pérdida de cientos de voluntarios que murieron en la batalla. Pero, como explica Azad, fueron sacrificios que salvaron no sólo una ciudad, sino un pueblo y su tierra. Rojava fue liberada y el ISIS, que una vez amenazó al mundo, nunca se recuperó del todo.
A la vez desgarrador y redentor, ‘Tiro a distancia’ es un relato dramático de la guerra moderna que cuenta la historia de cómo, contra todo pronóstico, unos pocos miles de hombres y mujeres lograron lo imposible y mantuvieron vivo su sueño de libertad.
Británico de 34 años de origen kurdo. Afincado en Londres y Bruselas, Azad creció en Irán, donde fue reclutado por el ejército y escapó al Reino Unido. A los 19 años obtuvo el asilo y la ciudadanía, aprendió inglés y empezó a trabajar como periodista para los medios de comunicación de la diáspora kurda. En 2011, Azad trabajaba para una cadena de televisión en Estocolmo cuando estalló la guerra civil siria y los kurdos establecieron su enclave autónomo. La respuesta de Azad fue volar a Siria y trabajar como trabajador social, pero al extenderse la guerra civil se convirtió en combatiente del ejército de voluntarios, las YPG.