En el verano de 1972, el joven Ziauddin Sardar—hijo de inmigrantes establecidos en Londres—recibe la visita de dos santones que le re-prenden por su falta de fe. Esta experiencia hará que se interrogue acerca del sentido de su religión y la promesa del paraíso. A partir de entonces, emprende una búsqueda espiritual por los principales espacios geográficos, humanos e intelectuales de mundo musulmán: visita Fez y el santuario del sufí Rumi i Turquía, pero también el convulso Teherán del Shah de Persia y el ayatolá Jomeini, el Irak de Sadam Husein, la Libia de Gadafi o el derruido Afganistán postsoviético, en donde ya despuntaba entre los grupos insurgentes un también joven Bin Laden.
Este fascinante relato —lleno de colorido, vivencias y aventuras vibrantes propias de Las mil y una noches— sorprende por una excelente combinación de narración y precisa información acerca del islamismo. Dotada de una deliciosa ironía u grandes dotes para la observación, Sardar aporta con su testimonio una nueva vía para conocer sin prejuicio el islam: la perspectiva de un mediador cultural que transita entre el secularismo y la certeza religiosa islámica.