Como distinguido especialista en los procesos de cambio cultural, Jack Goody ofrece en este libro un gran panorama de los contactos históricos entre el islam y Europa, desde la presencia árabe-islámica en España e Italia hasta el predominio turco en los Balcanes y las migraciones de los mongoles a través de Rusia, Polonia y Lituania. Estos encuentros con la cultura islámica dejaron sus huellas en las ciencias, las técnicas y las artes, admiradas y rápidamente asimiladas por parte de una población europea mucho más atrasada.
Pero lo que antiguamente deslumbraba a los europeos ha dejado paso a la construcción de una imagen que causa desconfianza y angustia. Lo antaño familiar se ha convertido en lo «otro» y todo lo incómodo y no grato va reforzando el muro de la incomprensión.
Pero ¿cuán diferentes de las nuestras son de hecho las prácticas islamistas, incluso las más escandalosas para la sensibilidad actual? Cuando los talibanes destruyen unos budas gigantes no hacen algo muy distinto de lo que cometieron los sucesivos iconoclasmos en el Imperio bizantino, en la Alemania de la Reforma luterana o en la Revolución francesa. ¿Acaso no conocemos prácticas de limpieza étnica y de terror en muchas partes de Europa? Éstas y otras comparaciones no pretenden ser excusas. Pero nos invitan a abandonar la idea de que los ciudadanos islámicos son tan “otros” que no hay pilares posibles para tender un puente sobre ese abismo.
El islam, representado por muchos millones de inmigrantes que conviven con nosotros, era y es parte de nuestro pasado y presente y Jack Goody nos exhorta a acostumbrarnos a esta realidad y al diálogo.