La pugna entre el PSUC y la CNT, de diciembre de 1936 a mayo de 1937, fue un conflicto ideológico, pero ante todo el enfrentamiento de dos políticas opuestas de abastecimiento y gestión económica de la gran urbe barcelonesa. Comorera, desde la Consejería de Abastos, priorizaba el poder del PSUC al abastecimiento del pan o la leche a la ciudad de Barcelona. Mejor sin pan ni leche, que un pan y una leche suministrados por sindicatos de la CNT. Hambre y penurias de los barceloneses eran el precio a pagar por el incremento del poder del PSUC y de la Generalidad, en detrimento de la CNT. El PSUC, en una ciudad sometida a las penalidades y privaciones de la guerra, opuso la libertad de mercado a la racional distribución alimenticia realizada muy eficientemente por lso comités de abastos de las barriadas. El hambre de los trabajadores fue causada por la maniobra consciente de los partidos burgueses y contrarrevolucionarios, desde ERC (republicanos) hasta el PSUC (estalinistas), para debilitar y derrotar a los revolucionarios. A ese proceso le hemos denominado guerra del pan. El desarme de los trabajado