El diseño actual es lo contrario de la creatividad. Antonio Costa traza un análisis muy personal sobre cómo cierto diseño homogéneo se está imponiendo en diferentes aspectos de nuestra vida. Por el camino repasa estilos, vanguardias y artistas de diferentes países y épocas. Y mediante sus viajes nos retrata un mundo en vías de desaparición. En el salón de los hogares destaca el blanco, la mesa y las sillas regulares, las casas cada vez más parecen oficinas. Su interior es como manda el catálogo de Ikea. Y es que las habitaciones personales e intimistas acarrean un peligro, en ellas la gente se recrea en sus recuerdos y deseos, y eso puede estropear la tranquilidad del mercado. A este paso viviremos en casas sin una esquina para la imaginación y el delirio, para los secretos. El diseño contemporáneo prohíbe las sombras, todo ha de ser diáfano, ese es el estilo transparente de estos tiempos. El diseño está más presente en nuestro día a día de lo que pensamos: casi todo lo que nos rodea ha sido diseñado previamente y fabricado en masa, empezando por nuestra ropa. Hace solo unas décadas, los objetos a la