Gaspar, un granjero humilde y audaz, pretende conquistar a una princesa que, cansada de la insistencia de su padre y de mostrarse agradable con charlatanes e interesados, establece una dura condición para sus pretendientes: conducir a sus cincuenta liebres hasta el bosque y traerlas de vuelta a palacio, transcurridos tres días.
Esta divertida historia con rasgos de humor grotesco y situaciones picarescas denuncia de modo sutil las actitudes clasistas.
Está considerada una de las joyas de la tradición oral danesa.