Aicha va por primera vez a dormir a casa de una amiga. Su madre no para de preguntarse si estará a gusto, si comerá bien, si se bañará sin problemas, si podrá dormir sin su muñeco preferido... Su madre se sorprenderá de que Aicha, mientras tanto, disfruta de cada uno de esos momentos sin mayor dificultad, porque se está haciendo mayor.