Yo que todo lo hice por amor. Ahora dime si puedes condenarme; es la frase que define esta obra: una bruja condenada a amar eternamente a aquel hombre que la desprecia, aquel que anteriormente fue su amante y que un deseo, un simple capricho hecho realidad la alejó para siempre de quien es dueño de su corazón.
Con su nuevo relato, Nelson Simón demuestra que hasta los seres más oscuros de la imaginería popular tienen corazón, viven, sienten y son capaces de abnegarse, de olvidar su identidad, de convertirse en la sombra del otro si eso asegura un lugar en la vida de quien desata sus pasiones más profundas.
Escrito en una maravillosa prosa poética que rememora la poesía galante de la edad media y aquella otra literatura tan propia del romanticismo del siglo XIX, el autor transmite la agonía, la nostalgia, la ira, la ansiedad y la impotencia con la que la bruja convive todos los días.
El texto, custodiado por un marco gótico, emula a un libro antiguo de aspecto frágil por el paso del tiempo, con páginas amarillentas y manchadas por el desgaste, pero con una cursiva caligrafía que aún permanece inalterable como si de la pasión de la bruja se tratase. Esto sumado a las ilustraciones de Mario Alba, que muestran a una sensual y sugerente hechicera en conjunto con un tentador, vigoroso y erótico príncipe; otorgan al libro un carácter delicioso e irrepetible.