En un momento en que el advenimiento de la economía post-industrial ha puesto en entredicho los compromisos que han llevado al crecimiento de los Estados del bienestar europeos, las grandes evoluciones sociales recientes (entrada de la mujer en el mercado laboral, envejecimiento de la población, desigualdades crecientes...) reclaman nuevas intervenciones. ¿Es hoy posible establecer los nuevos compromisos que permitirían redefinir las misiones del Estado del bienestar en el siglo xxi? Las tres lecciones que siguen proponen una auténtica revolución en el planteamiento de esta cuestión.Actualmente, son muchos los que afirman que los gastos del Estado del bienestar (pensiones, seguridad social) son un coste que se debe si no reducir, sí en todo caso contener. Pero, ¿y si se convirtiesen en una inversión? ¿Una inversión en el futuro no sólo para proteger a los individuos de los azares de la vida, sino para ayudarles a ser dueños de sus destinos sin dejar de responder a los desafíos económicos de mañana? El gran sociólogo Gøsta Esping-Andersen nos invita a esta revolución social y política.