Manuel De Landa nos presenta una síntesis filosófica radical de los desarrollos históricos del pasado milenio: en Mil años de historia no lineal esboza una renovada y brillante interpretación materialista de la historia en la tradición de Fernand Braudel, Gilles Deleuze y Félix Guattari; propone, además, una inédita explicación de los procesos materiales inspirada por los más recientes avances en la ciencia de la dinámica.
Cada capítulo empieza en el año 1000 d.C. y termina en el año 2000 d.C, sin embargo enfoca la historia desde diferentes perspectivas para romper la linealidad del tiempo e ilustrar las bifurcaciones complejas que se generan entre el poder morfogenético de los flujos materiales y energéticos, y los acontecimientos.
Rechazando concepciones de la historia en las que todo se reduce a textos, discursos, ideologías y metáforas, De Landa muestra como los procesos autoorganizantes de la materia y de la energía interactúan con las poblaciones y las actividades humanas, dando origen a estructuras sociales que cambian constantemente, como las ciudades, las economías, las tecnologías y los lenguajes.
El resultado de esta interacción genera una muy novedosa visión de la historia occidental libre de teleologías rígidas, de nociones ingenuas del progreso y, quizá más importante, de cualquier determinismo en la realización de formas urbanas, institucionales y tecnológicas.