Se sublevaron contra toda forma de injusticia, se rebelaron contra el monopolio de las grandes potencias marítimas, en oposición al advenimiento del mundo industrial, echaban de menos los grandes espacios vírgenes. Para no perder su libertad decidieron dirigirse hacia una muerte segura, anticipando de forma consciente un final ineludible. La historia de Madrin, Olivier Misson (el pirata filósofo), Calamity Jane, Marius Jacob y de otros cincuenta hombres y mujeres sedientos de libertad, para quienes la búsqueda de un mundo mejor se convirtió en una obsesión y constituyó su mayor ansia.Una injusticia arbitraria, el enriquecimiento descarado de una minoría y la opresión de los más pobres convirtieron a estas sagaces personas de honor en temibles forajidos. Sus ideales exigen un sacrificio y se pagan a un alto precio: la rueda, el pelotón de ejecución o el ensañamiento ciego de las fuerzas policiales. El robo, la huida y la soledad marcaron el destino fuera de la ley de estos liberados, y aunque las proezas armadas de estos aventureros son por todos conocidas, su verdadera revolución transcurrió a menudo en silencio. Considerados en primer lugar como aterradores malhechores, estas personas que vivieron al margen de la ley también consiguen ejercer una oscura fascinación sobre cada uno de nosotros. Resulta difícil no compartir en secreto su sed de rebelión.