Personajes, lugares, imágenes puestos al servicio de una contraépica que los cuestiona, textos nómadas que se despliegan con voluntad de desafiar lo establecido, de voltearlo, de marcar una deriva que busca tesoros para continuar la guerra por la realidad. Tal es el reto que nos propone este libro, aprehender un discurso descentrado, hecho con materiales dispersos y de segunda mano, en continua remisión a otros acontecimientos, a otras huellas, a otros documentos que trazan el campo simbólico como escenario de batalla, para exponer que el conflicto persiste como elemento constitutivo del propio sistema... Un libro de «derrotas, derroteros y maravillas». Un libro que cobija un mapa. Porque «todos los mapas están llenos de señales que indican otros tantos caminos».