¿Qué está pasando en las sociedades actuales para que ser ancianos, como los de antaño, sea algo incorrecto, para que los jóvenes ya no tengan tiempo de ser jóvenes y para que la fragilidad y los defectos sean identificados como disfunciones? En un momento en el que se nos pide que seamos emprendedores, que existamos de la misma forma en que se gestionan los negocios, en el que las tecnologías digitales prometen deshacerse de todas las complicaciones de la vida, este libro es una tentativa para comprender la fragilidad de lo vivo, de la cultura y sus procesos, entre los que están el envejecimiento y los defectos, y que trazan un recorrido que no es evaluable en términos de pérdida o de ganancia de tiempo. Es para todos aquellos que no quieren ceder a ese miedo que nos invita a "entrar en la jaula para nuestra mayor felicidad", porque están convencidos de que nuestro futuro no debería ser convertirnos en máquinas.