Ciudad Radical es un manifiesto en defensa de la fantasía como potencia creadora, como característica fundamentalmente humana, que evidencia la unidad que se da en el ser humano entre el interior y el exterior, entre el pasado y el futuro, entre idea y acto, entre imagen y materia. Y como decía el Novalis de Borges, "Nosotros (la indivisa divinidad que opera en nosotros) hemos soñado el mundo". Hemos soñado la ciudad, hemos inventado la convivencia. Es este el resultado de largos años de investigación académica en torno a la cuestión de la convivencia humana y a la fantástica y radical capacidad creadora de las sociedades, al imaginario social y a la ciudad como su gran obra. En lo imaginario, y en el imaginario, reside la infinita y reiterativa capacidad de la sociedad para inventarse y re-inventarse, para crearse y re-crearse en el mundo, a través de la ciudad. Es la imaginación la que nos ha permitido habitar el mundo construyendo, y construir el mundo habitándolo. El mundo tal como lo vivimos y como lo vemos, es la fantasía de lo humano, "el gran edificio invisible que habitamos". Una gran invención