Para crear un personaje, al actor no le basta con conocer las leyes específicas de su arte, no le es suficiente mantener una gran concentración, tener mucha imaginación, sentido de la verdad y memoria emotiva, una voz expresiva, plasticidad, ritmo y demás componentes de la técnica. Tiene que saber utilizar todos estos elementos en escena y experimentar, con una práctica constante, las maneras de incorporarlos al proceso creador.
¿Cómo hacer que las generaciones jóvenes asimilen mi saber y además advertirlas de los errores que son producto de la inexperiencia? Cuando vuelvo mi mirada hacia atrás en lo que se refiere a mi vida en el arte del teatro, muchas veces me comparo con un buscador de oro que ha tenido que andar mucho tiempo por campos agrestes para descubrir un filón y lavar después centenares de kilos de arena y piedras para extraer de ellas unas pepitas del precioso metal. De nada sirve que yo divulgue mi trabajo, mis búsquedas, mis decepciones y alegrías; como el buscador de oro tengo que trasmitir lo que de metal noble he obtenido en mi trabajo.
Esta reflexión de Konstantín Stanislavski puede entenderse como una buena síntesis de su búsqueda en el arte del teatro hasta que llegó a desarrollar lo que se conoce como el método.
El libro que La pajarita de Papel ediciones presenta hoy, está compuesto en gran parte, por las innumerables notas que tomó Stanislavski desde 1935 hasta 1938, y que se conservan en la actualidad en los archivos del Teatro de Arte de Moscú.
En El método Stanislavski presenta una serie de herramientas que sirven como orientación en el camino que lleva a la vivencia y a la encarnación de los personajes.
Stanislavski era enemigo acérrimo de los dogmatismos y los formalismos, y siempre preconizó, en su trabajo como pedagogo, que la utilización de su método se hiciera de una manera específica para cada actor, y no como si de una regla general se tratase; esta práctica del método implica, necesariamente, una flexibilidad rica y variada, es decir, cuanto más personalizada sea su aplicación, más fecundo será el resultado obtenido en el proceso creador.
El método es un manual para el entrenamiento de los actores, así como una serie de ejercicios que Stanislavski creó conjuntamente con sus alumnos para poder explicar, de una manera clara y sencilla, el complejo proceso de la “construcción” de los personajes.