Con el objetivo de aprender algo sobre el mundo social de los pacientes hospitalizados, Erving Goffman desarrolló un trabajo de campo durante un año en el Hospital St. Elizabeth de Washington. «Creía entonces, y sigo creyendo, que cualquier grupo de personas forma una vida propia que, mirada de cerca, se hace razonable y normal; y que un buen modo de aprender algo sobre cualquiera de esos mundos consiste en someterse personalmente, en compañía de sus miembros, a la rutina diaria de las menudas contingencias a la que ellos mismos están sujetos.» Este libro se refiere a las instituciones totales en general, y a un caso particular de ellas: los hospitales psiquiátricos. Enfoca principalmente el mundo del interno, no el del personal, y se propone, como uno de sus objetivos básicos, exponer una versión sociológica de la estructura del yo. Compuesto por cuatro ensayos que parten de fuentes sociológicas distintas, el autor intenta a lo largo de este libro esclarecer la situación del paciente internado.