En junio de 1944, las autoridades estadounidenses, desconcertadas ante las dificultades para predecir el comportamiento de su enemigo en el Pacífico y necesitadas de un repertorio de soluciones para acelerar la victoria primero e institucionalizar la ocupación después, encargaron a Ruth Benedict un estudio de antropología cultural sobre las normas y valores de la sociedad japonesa. Resultado del trabajo llevado a cabo, "El crisantemo y la espada" -título que hace referencia a las paradojas del carácter y el estilo de vida japoneses- se convirtió prácticamente desde su aparición y hasta el día de hoy en un clásico imprescindible para aproximarse al conocimiento de los complejos patrones de la cultura japonesa, que explican no sólo el militarismo de tiempos pasados, sino también la fabulosa expansión pacífica llevada a cabo por el pueblo japonés desde el final de la Segunda Guerra Mundial.