La crítica en la acepción que recoge este libro es un agente propulsor: trasgrede lo que se asume inmóvil para suscitar transformaciones; la emancipación del hombre, en el mejor de los casos. La presente obra es una invitación a desacralizar, a romper con la dogmática lógico-formal y a discutir el Derecho desde distintas perspectivas, a cuestionar el sitio que ocupan el Estado y la legalidad (como conceptos occidentales) frente a otras formas de organización y regulación social.
La inteligencia es constitutivamente práxica, y la praxis es constitutivamente intelectiva, como se enuncia
en el prólogo, y mantener la crítica como movimiento se vuelve una forma de confirmarlo. El compromiso pedagógico de esta obra, inscrita en la crítica jurídica alternativa y descolonial, es promover un espacio de cambios, de encuentro con ideas nucleares y categorías críticas para dar paso a un derecho insurgente que, sin perder la universalidad, sea producto de las luchas sociales y permita transformar la reflexión crítico-dialéctica en vivencia humanizadora. Sólo con un diálogo de esta naturaleza tendrán sitio las distintas voces que hoy buscan su independencia económica, política, étnica y cultural en todo el mundo.