Contra el «mito Carl Schmitt», como cualquier libro, es para su autor la continuación de la lectura por otros medios, pero también una conversación infinita con el jurista político alemán Carl Schmitt (1888-1985), el más joven de nuestros clásicos políticos a quien persigue una mala fama tan legendaria como injusta. Sus odiadores y críticos reducen su obra imponente a una mera impostura política. Sin embargo, Carl Schmitt es uno de los grandes pensadores políticos de la tradición occidental, junto a Aristóteles, Maquiavelo, Hobbes y Tocqueville, según la famosa relación de Wilhelm Dilthey. La historia de las ideas políticas del siglo XX no sería la misma sin Der Begriff des Politischen (El concepto de lo político) de Carl Schmitt, no en vano considerado como El príncipe de Alemania desde su primera edición (1929). Desde entonces, el entendimiento de la política como una distinción de amigos y enemigos –que Schmitt, por cierto, toma del clásico español Baltasar Álamos de Barrientos– no ha dejado de suscitar la polémica. Una tolvanera permanente de reproches y encomios. En este volumen desmitificador se presentan reunidos, sistematizados y, cuando ha convenido, purgados y corregidos, casi todos los textos que el Jerónimo Molina ha dedicado al solitario del Sauerland durante más de una década y también algunas de sus traducciones.
Jerónimo Molina Cano (Blanca, Murcia, 1968) es doctor en Derecho por la Universidad Complutense, en Filosofía por la de Coímbra y profesor de la Universidad de Murcia. Académico correspondiente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y Premio Luis Díez del Corral 2017. Cultiva el realismo político, la polemología y, porque se debe a ella, la política social; también el ordoliberalismo y el aún reciente «cuarto de siglo de oro del pensamiento español (1935-1969)», con su pléyade fantástica de escritores políticos y juristas de Estado (Francisco J. Conde, Jesús Fueyo, Carlos Ollero Gómez, Rodrigo Fernández-Carvajal, Gonzalo Fernández de la Mora, etc.). Con la mano derecha escribe un tratado político (La imaginación del desastre) y con la izquierda algo parecido a unas memorias in fieri (La casa de los artistas). Ha dedicado varios libros a pensadores franceses sobresalientes (Julien Freund, Raymond Aron, Gaston Bouthoul) y tal vez tenga el proyecto importuno de escribir otros (Bertrand de Jouvenel, Jules Monnerot). En 2013 publicó un diario: Nada en las manos. Casado y padre de tres hijos, no tiene tiempo de más. Solo de traducir a fondo perdido Völkerrechtliche Großraumordnung, de Carl Schmitt.